La Mejor Película

8.- The Big Short

Lo siento, de verdad traté de entenderla. Retrocedí más de una escena en repetidas ocasiones para unirme a la verborrea económica de la película, pero llegó un momento en el que ni siquiera las intervenciones fantasma de Margot Robbie y Selena Gómez pudieron hacer que me conectara con esta entramada historia. No pongo en discusión la gran actuación de Christian Bale (aunque si me preguntan, Steve Carrell es quien sorprende en este film) pero aún así, The Big Short superó mis niveles de entendimiento y por eso se quedó en mi limbo de películas desechables. 

7.- Bridge Of Spies

Una película tan pero tan Spielberg que es casi una parodia de sí misma. Sin ánimos de ser hater, la película es bastante atrayente, la actuación de Mark Rylance bien le merece su nominación al Oscar y Tom Hanks no está nada mal tampoco. Pero se trata definitivamente de una película dominguera que pudo haber causado más furor si estuviesemos en 2001. El hecho es que ya no lo estamos, y este tema de "EEUU es increíble y logra cosas increíbles porque son los héroes del mundo" ya no cala tanto, al menos no en mi. ¿Mencioné que es una película extremadamente Spielberg?.

6.- Brooklyn

Brooklyn está en el sexto lugar de esta lista por una razón que no pareciera pesar tanto hasta que se analiza en seco: la belleza del film. Es una película extremadamente bella, donde apostaron por una estética tan cuidada en todos los sentidos a un nivel tan grande que quizás, olvidaron todo lo demás. La lógica me dice que tal vez su belleza es la razón por la que está nominada al Oscar, porque honestamente, me cuesta encontrar otras. 

5.- The Martian

Ridley Scott disfraza el drama  de quedarse atrapado en un planeta casi inhabitable con pinceladas de humor negro sin convertir esta película en algo que pudiese llamarse "Locuritas en Marte IV", y considero que ahí reside el éxito de esta película. Nada extremadamente bueno que decir de The Martian, pero aún así, más brillante que las otras 3, así que algo bueno debe tener. (O tal vez las otras son tan insignificantes que tenían que estar por debajo). 

4.- Mad Max: Fury Road

Cuando una película tiene tantos aspectos merecedores de Oscars desde el punto de vista técnico, sin duda se merece un puesto en este selecto grupo. Un rush de adrenalina de principio a fin, y una propuesta visual inspiradora y muy bien estructurada. Eso es Mad Max: Fury Road.

3.- Spotlight

Acá es cuando finalmente entramos en materia, y es que Spotlight es una pieza cinematográfica que debería quedar para la historia. Pocas veces se ve una conjunción tan empática  en un grupo de artistas tan grande y que a su vez pudiesen considerarse equidistantes en este plano. Cada personaje resalta al siguiente y todo se convierte en un relato magistralmente compenetrado donde todos los actores brillan con luz propia y además le regalan su luz a diestra y siniestra a sus co-workers. Cuando ves una película donde ya sabes todo lo que va a pasar, y cómo va a terminar, pero aún así no dejas de emocionarte cada minuto que pasa, entonces estás viendo una película ganadora, y Spotlight sin duda lo es.

2.- Room

La carga dramática de Room es tan grande que te deja exhausto, con los sentimientos desgastados y una expresión lastimera en el rostro. Aún así, vale la pena verla una y otra vez, porque a pesar de drenarte por dentro, también te deja complacido y hasta feliz de que haya una historia tan bien contada, de que existan actores tan buenos (y tan jóvenes) en el mundo y de que nunca te hayan secuestrado (en mi caso).¡Bravo por esta película! Y bravo mil veces por Brie Larson y Jacob Tremblay.

1.- The Revenant 

Unes la belleza cinematográfica de Brooklyn y las virtudes técnicas de Mad Max: Fury Road, con los skills actorales y la química en pantalla de Spotlight, le agregas el drama desmesuradamente conveniente de Room y tienes The Revenant. Todo esto, claro está, agregándole el don infinito de hacer cosas grandiosas que tiene Alejandro G. Iñárritu. Don que le permite crear peliculones tan diametralmente opuestos como Biutiful, Birdman y ahora este monstruo de película. Sin ánimos de comparar, todos sabemos cuando estamos viendo una película de Tarantino, ni hablar cuando vemos una de Tim Burton, y lo mismo pasa con Almodóvar, Scorsese y otros genios, pero Iñárritu es como el Kubrick de nuestra generación, o así me gusta verlo. Kubrick se paseaba por producciones multimillonarias como Espartaco para luego hacer largometrajes vanguardistas y transgresores como La Naranja Mecánica, acabando con Eyes Wide Shut, todas maravillas del cine, todas absurdamente distintas. Con esto quiero decir que Iñárritu ya se convirtió en uno de los directores de cine más influyentes de la historia, y The Revenant es, en este momento, su obra maestra.